9/6/11





Hoy es día 9 de Junio, quedan 4 días para que pueda reunir 22.000 Avales de militantes socialistas que me apoyen y poder disputarle a Rubalcaba ser designado aspirante a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones legislativas.
Si, lo sé, es una batalla perdida.
Prometí ante los medios de comunicaciones cuando formalice mi candidatura a estas primarias internas del Socialismo que no iniciaría nada para conseguirlo.
Que la acción que me movió a presentarme fue la oportunidad de decir ante los distintos medios audiovisuales y escritos lo que nadie en el P.S.”O”.E., se atrevía a decir.
Hoy me siento mejor, ya vomite ante los medios informativos eso que me espetan a la cara cuando defiendo el socialismo en mi entorno, eso que te dejan caer cuando los argumentos se agotan en la defensa de lo que siento.
¿Donde tiene guardado el Partido Socialista la O de obrero?
¿En que cajón de que mesa se encuentra olvidada la O de Obrero en el seno del Partido Socialista?
Dije más cosas ante los medios, hay en las hemerotecas informativas quedaran para el futuro, pero en mi Blog seguirán estando y las seguiré vomitando hasta que me canse.
Lástima de no poder seguir por culpa de 22.000 avales.
Derechos laborales y de toda índole que el ciudadano está perdiendo por que no existe un movimiento que aglutine ese descontento existente en la sociedad se perderán. Y si existe, no es capaz de buscar y elegir a un líder que lo abandere.
Los partidos políticos actuales con más representación, el Socialismo y la Derecha Conservadora, no son capaces de dar las soluciones al problema global de una crisis no iniciada por la ciudadanía.
Un problema iniciado por El mismo Poder Económico Mundial no será resuelto por este mismo Poder Económico Mundial a costa de la calidad de vida de todos los ciudadanos, que cuyo único anhelo es poder trabajar y vivir cómodamente en un estado de bienestar decente. Pues lo que vemos este mismo día 4 de Junio de 2011 es un futuro cada vez más negro para la juventud, los trabajadores y en conjunto para todos los ciudadanos españoles y europeos que dependemos de un sustento ganado decentemente.
Quisiera hacerme oír y demostrar que un estado de bienestar suficiente para el ser humano es compatible con la producción económica y con el Poder Económico Mundial.
Me comprometo a luchar contra el Poder Económico Mundial incluso en el tribunal de la Haya acusándolos de genocidio con el apoyo de todos ustedes, pues es cierto que son genocidas y pruebas evidentes y abrumadoras existen
Me comprometo a desarrollar una política ecológica y respetuosa con el medio ambiente.
Me comprometo a poner en marcha una medida con la cual exportemos democracia y derechos sociales y educativos que expongo a continuación.
Me comprometo a luchar contra los sueldos de esclavos, utilizando y creando un sello de calidad en los productos que indique que son productos hechos con mano de obra que disfrutan de derechos democráticos y sociales. Obligando así a los demás países donde los derechos no existen a implantarlos. O si les consumimos productos, es con el compromiso expreso y firmado para que, en un tiempo prudencial, adopten nuestra forma de bienestar social, como también los costes que conlleva el mantener esos derechos para competir en igualdad de condiciones y costes económicos.
De esta forma cercenaríamos la principal arma del Poder Económico Mundial que utiliza contra el ser humano, el utilizar esclavos de los países emergentes y del Tercer Mundo del Siglo 21, el ser humano, algo que ellos consideran un objeto de usar y tirar, en Europa y en todo el mundo.
Trabajare y procurare que el Capital no fluya a países donde la carencia de derechos les haga invertir buscando más beneficios y creando paro en Europa, para luego traernos lo manufacturado a nuestro consumo interno destruyendo tejido empresarial e industrial.
Trabajare para redistribuir la riqueza más equitativamente.
Trabajare para hacer realidad un cambio en el Poder Judicial libre de dogmatismos políticos y religiosos, haciendo que esta justicia sea una justicia querida por el pueblo y en la que el pueblo confié plenamente.
Enrique García López