9/4/10
















Valiente cara tiene el jefe de la oposición en la vida política española, El Sr., Rajoy sigue con su discurso dirigido al ciudadano español nostálgico del franquismo, como también a ese otro que, sumidos en la ignorancia en que los medios de comunicaciones alineados y dependientes de neoconservadurismo extremo del poder económico los tienen presos de un modo de pensamiento que justifican la corrupción dependiendo de donde se produzca.


En España, si la corrupción es producida por los políticos gobernantes de izquierdas se castiga más que si esa misma corrupción es generada por la derecha neoconservadora que representa hoy Rajoy, lo cual, no deja de ser una aberración.
Pero más aberración se produce cuando personalidades importantes con cargos de primer nivel político y judicial se dan la mano para archivar comportamientos corruptos en un determinado partido conservador y franquista.


Treinta años de democracia no son todavía suficientes como para que en España esa clase social nostálgica del franquismo reconozca que Franco fue un genocida. Alemania pidió perdón sobre un crimen genocida, y en alguna nación más, su clase política pidió perdón por los crímenes cometidos cuando sus fuerzas del Orden obedecieron directrices dirigidas contra la vida de sus propios ciudadanos o extranjeros.


En España, esa clase política y social heredera de un Genocidio Golpista consigue sentar en el banquillo de los acusados a un juez que se atrevió a buscar paz en la memoria de miles de desaparecidos y sus familiares mediante la búsqueda de sus restos mortales olvidados en fosas comunes olvidadas en lugares indetermiinados.
El Juez Garzón no debe ser enjuiciado por el mero hecho de ir contra una Ley de Punto Final firmada a regañadientes por una Izquierda Progresista y una Derecha Golpista a la muerte natural del Golpista, pues esa Ley fue impuesta por el momento histórico de una transacción apelando al consenso y la concordia de los españoles olvidando a la inmensa mayoría de perjudicados y desaparecidos en un Golpe de Estado Militar contra un gobierno legalmente establecido en elecciones generales.



Debemos saber que, desde 1939, año en el cual termino el golpe militar de Franco hasta el año 1975, fueron ejecutados cintos de miles de ciudadanos españoles por el mero hecho de ser perdedores de una guerra, y eso se llama genocidio. Y ninguna Ley de Punto Final, para ocultar Crímenes de Guerra puede ser legal en el mundo en el cual hoy vivimos.



Si, con razón a los españoles nos llaman quijotes, pues somos capaces de sentar en el banquillo a criminales y genocidas de otras naciones, pero en nuestro suelo patrio, sentamos en el banquillo de los acusados al juez que osa meter las narices en los Crímenes de Guerra y posguerra de un Genocida y su familia política que pervive en el seno del Partido Popular.



Sr., Rajoy, márchese, usted es la misma justificación de la corrupción de la clase política Franquista, márchese y dele entrada a una derecha moderada que sepa sosegar más que incendiar.


Yo Estoy con Garzón, ¿Y tú?

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