9/10/08


Estos momentos especiales de crisis mundial son los adecuados para fomentar un enrocamiento, o quizás, como hace el caracol, meterse hasta el fondo de su refugio.


La felicidad del Partido Popular

Pero en política de estado, donde ese mismo estado está en pañales en métodos democráticos y se compone de una sociedad que viene o sale de cuatro lustros de dictadura fascista, estos momentos de crisis son verdaderamente delicados.


Hay una parte de esa sociedad que mantuvo cautiva y huérfana de todo derecho a la otra parte, con métodos golpistas y dictatoriales durante cuarenta años gracias a un Golpista llamado Franco que alzo las armas contra un gobierno Legal y democrático.


A la muerte del Dictador, esa parte de la sociedad que mantenía el poder se ve avocada a soltarlo y dejar paso a la recuperación de las libertades democráticas acuciada por una crisis económica interior difícil de manejar.


Cuarenta años ostentando un poder dictatoríamente gracias a una guerra entre hermanos donde al término de la misma, no se cuido adecuadamente el odio y la sinrazón, donde quedaron sin cicatrizar las heridas de los hermanos, sino más bien, se continúo con la ideología del fascismo, procurando machacar y devastar cualquier estivo de pensamiento distinto.


Esos Cuarenta años de dictadura fascista fuero edificados sobre una base de crímenes contra la humanidad, ya que al término de la infame contienda golpista sobre un Gobierno legal y elegido en las urnas, se continúo fusilando contra paredones de tapias, a más de 70.000 prisioneros de guerra con el testigo silencioso de la iglesia Vaticana y una infame Justicia Militar.


Hoy, en democracia somos capaces de enjuiciar a dictadores de otras latitudes, pero no somos capaces de enjuiciar a nuestros dictadores domésticos por temor a esa parte de la sociedad, que todavía hoy se mantiene latente, dolida y nostálgica de un poder que anhela y que lo perdió al verse obligada a la muerte del Dictador Franco.


Es por eso que os muestro una nueva foto, donde queda latente que esa parte de la sociedad que tiene nostalgia de la Dictadura, hoy en día esta contentísima de que la economía a nivel mundial se venga abajo como un castillo de naipes. Y es más, si es posible, no dudara ni un segundo en ser ella misma la que dará el ultimo empujón para que el sistema democrático que nos dimos los españoles a la muerte del dictador fracase.

¿Creéis que tardara mucho en comerles las orejas a los militares de nuevo?


Yo no

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